Aunque este texto es válido para cualquiera, se ha elegido como punto de partida, el matrimonio cristiano. Si no se cree en Dios y se opta por el matrimonio civil, también servirán buena parte de estas reflexiones, pues son en su mayoría válidas para todo tiempo y lugar, y para toda mentalidad y religión.
Eso sí, siempre y cuando se tome en serio el matrimonio, y se apueste por mantenerlo fiel durante toda la vida.
Si no es este el propósito, este no es el libro.