MOLNAR THOMAS Socialismo sin rostro

 Los procesos de democratización y de ejercicio ilimitado de una libertad mítica y absohitizada, han conducido a que la conciencia civilizada en Occidente
se vea seriamente socavada. La única respuesta radica en una búsqueda responsable del necesario equilibrio entre libertad y autoridad, entre espontaneidad
y orden, a fin de prevenir la crisis espiritual y moral que carcome desde dentro a las democracias liberales de Occidente. Su diagnóstico es pesimista y conclusivo. Dice "La conclusión no es difícil: durante la última década ha tenido lugar un profundo cambio que experimenta cada año una aceleración
decisiva. La revolución izquierdista no es ya una simple amenaza verbal para uso de polemistas conservadores, sino que está en el último tramo de su marcha hacia la victoria" . . . "Una mirada al mapa nos mostrará que el número de regímenes democráctico-liberales disminuye y los supervivientes son débiles, mientras que el número de "despotismos" aumenta. En muchos lugares ese despotismo parece la única alternativa, no porque lo desee la mayoría, sino porque la voluntad mayoritaria importa poco en esta época posliberal que funciona todavía con la etiqueta liberal".