ALVARO DEL PORTILLO UNA SEMBLANZA PERSONAL Salvador Bernal

Cesare Cavalleri, director de la revista milanesa Studi Cattolici, relató esta conocida anécdota en el diario Avvenire, el 24 de marzo de 1994: Álvaro del Portillo llegó a Roma en 1943, enviado por el Fundador del Opus Dei, para plantear en la Santa Sede el posible encuadramiento canónico de la nueva institución. Tenía 29 años. Acudió a la audiencia con Pío XII en tranvía, luciendo el vistoso uniforme de los ingenieros de caminos españoles. Lo hizo como señal de deferencia hacia el Romano Pontífice, para disimular su juventud y también para mostrar el carácter laical de la Obra. Durante el trayecto, cazó al vuelo el comentario de dos mujeres del pueblo, desconocedoras lógicamente de aquellas galas: «Fíjate: tan joven y ya almirante».