La conmemoración de la Navidad crea una atmósfera que envuelve e impregna todo lo que le rodea, sea partícipe directo o no del misterio que se celebra. Ningún otro acontecimiento en la historia de la Humanidad ha suscitado tanto interés, ha concitado tanta literatura o ha despertado tanto sentimiento. Esta atracción especial viene dada, no sólo por la trascendencia que tiene para la historia de Occidente el nacimiento de Cristo, sino por todos aquellos hechos y situaciones legendarias, no comprobadas, que acompañan al dogma adornándole con humano ropaje.