MARTINI CARLO MARÍA Todavía existe algo en que creer?

En los últimos veinte años somos frecuentemente interpelados con éstas o semejantes preguntas, que no solamente nacían por los que nos hacían los demás, sino incluso de mi propia experiencia, de las lecturas y de los estudios, de los sufrimientos cotidianos de tanta gente y de las catástrofes sociales y políticas.
Había un punto sobre el que convergían tales experiencias y la sensación suscitada por ella: la angustia. Este término expresa una experiencia tan común hoy que es suficiente evocarla para descubrir que hay mucha gente que se pone enseguida a la escucha. Es el ansia que nace de la seguridad destruida sobre cosas que parecían más sólidas y de la fatiga al encontrarse con la propia carga de nociones de las respuestas reaseguradoras.