María nació hace más de dos mil años, en un pueblo de Palestina. Tras su vida, aparentemente normal, se esconde la persona más alabada de la historia. Poetas, músicos y pintores han competido por retratarla desde su arte. Nadie ha sido tan querido y venerado por los hombres, poderosos y humildes, jóvenes y ancianos. Millones de mujeres siguen llevando su nombre. Millares de santuarios se levantan en honor de quien quiso ser la esclava del Señor.
El autor, en el apogeo de su trayectoria académica, nos sorprende con una obra de aparente sencillez, pero muy trabajada, dirigida no solo a un público teológicamente culto, sino al entero pueblo de Dios.