LORDA JUAN LUIS, Virtudes

 En una película suelen ser más interesantes los papeles de los malos que los de los buenos. Y si sólo hacemos una película con buenos, por así decir, nos saldría un aburrimiento insoportable. En cualquier argumento de la literatura o del cine, hay que poner algo de maldad. Si no, no tiene profundidad humana. Es verdad. La maldad pone emoción en el mundo. Pone retos que hay que superar, obstáculos que hay que vencer, injusticias que hay que arreglar. Sin esto, no hay emoción en la vida.