BERGOGLIO JORGE MARIO, Corrupción y pecado

 

En las reuniones con organismos arquidiocesanos y civiles de nuestra ciudad aparece con frecuencia, casi constantemente, el tema de la corrupción como una de las realidades habituales de la vida. Se habla de personas e Instituciones aparentemente corruptas que han entrado en un proceso de descomposición y han perdido su entidad, su capacidad de ser, de crecer, de tender hacia la plenitud, de servir a la sociedad entera. No es una novedad: desde que el hombre es hombre siempre se ha dado este fenómeno que, obviamente, es un proceso de muerte: cuando la vida muere, hay corrupción. Con frecuencia noto que se identifica corrupción con pecado. En realidad, no es tan así. Situación de pecado y estado de corrupción son dos realidades distintas, aunque íntimamente entrelazadas entre sí.