VIDA Y VIRTUD, Juan Bautista María Vianney

Sus biógrafos concuerdan en afirmar las dificultades que encontraba el joven seminarista para asimilar las disciplinas de humanidades y de teología. Superados con enorme esfuerzo los exám

enes oportunos, fue ordenado sacerdote y regentó a lo largo de cuarenta y dos años la parroquia del pequeño pueblo de Ars. Durante toda su vida de párroco tuvo tal sentido de responsabilidad y tal celo por la salvación de las almas que, con la gracia de Dios, logró trasformar su parroquia en un modelo, quizá ninguna otra vez alcanzado.


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