MUÑOZ IGLESIAS SALVADOR La espiritualidad de los salmos

La oración privada y personal es cosa buena, recomendada por Jesús: «Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las avenidas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre que está allí en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará» (Mt 6,5-6).