Dios
te quiere más y mejor de lo que tú te quieres a ti mismo. Su voluntad hacia ti
coincide con tu felicidad. El gran engaño consiste en buscar la felicidad al
margen de la voluntad de Dios, quien tiene un plan personal de amor para ti que
estás llamado a descubrir. Para ello, la clave fundamental está en vivir en la
presencia de Dios, permaneciendo abierto a su voluntad, sin ningún tipo de
miedo, al modo en que la aguja de una brújula nos orienta para descubrir el
camino correcto.
Tú
mira hacia adelante, mira hacia Jesús, y deja que Él ilumine tu camino. Lo
importante no es lo que tú has soñado, sino lo que Dios ha soñado para ti. El
sueño de Dios es que tú seas santo y Él tiene un camino para que ese sueño se
haga realidad. Ya lo descubrirás. Tú estate atento y confía, sabiendo que Dios
te quiere... que Dios te quiere feliz... que Dios te quiere santo...
Te
invito a adentrarte en estas páginas, pero sobre todo, te invito a profundizar
en esta gran verdad, llena de bondad y belleza.