Mariano Fazio EL ÚLTIMO ROMÁNTICO

Con este título elocuente, tomado de los labios de san Josemaría, nos recuerda Mariano Fazio cómo el fundador de la Obra fue un apasionado defensor de la libertad. En sus enseñanzas, «el respeto a la libertad de los demás no es nunca indiferencia, sino consecuencia del amor, de la caridad, que sabe valorar a cada hombre en su concreta realidad»  . Al aplicarse este apelativo nostálgico de “último romántico”, san Josemaría quería sobre todo interpelar a quienes le escuchaban, para despertar en ellos ese mismo amor a la libertad que llevaba en el corazón: «No me dejéis a mí como el último de los románticos. Este es el romanticismo cristiano: amar la libertad de los demás, con cariño».