José P. Manglano ENERO

¿Cómo actuarías hoy, Jesús,  si tuvieses mis manos, mis ojos y mi lengua;  si tuvieses mi energía y mi tiempo,  mi familia, mis amigos y mi trabajo?  Pues hoy te dejo que seas yo:  ¡que seas tú quien viva en mí!  Quiero ser tú,  el Hijo, que pasa hoy por el mundo:  que transmita tu mirada, tu sonrisa y tu consuelo,  que lleve tu paz, tu ayuda y tu palabra,  que realice tu servicio, tu entrega y tu amor.  Padre, transfórmame todo en Cristo,  dame su espíritu, para que sea el Hijo entre los hombres.  Amén.