Ángel Peña SAN DIEGO DE ALCALÁ

Diego de Alcalá era un hermano lego, un simple religioso, no sacerdote, dedicado a las labores más humildes del convento como cocinero, enfermero, hortelano, portero, etc. A pesar de no tener estudios, por su santidad evidente, el provincial lo nombró Superior del monasterio de la isla de Fuerteventura en las islas Canarias. Allí se dedicó con todas sus fuerzas a la conversión de los naturales, muchos de los cuales eran todavía paganos. El brillo de su vida iluminaba a los creyentes católicos.

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