Pedro López CREÓ DIOS EN UN PRINCIPIO

A los ojos del creyente, la riqueza espiritual de la fe cristiana es inagotable. Pues el conjunto de las verdades de fe forman un panorama de tal magnitud acerca de la realidad de Dios, del hombre y del mundo que, como han hecho tantas generaciones de cristianos, siempre se puede profundizar más en su contenido, en su doctrina moral y espiritual. De hecho, el cristiano, al leer, meditar esas verdades contenidas de modo original, fontal, en la Escritura, avanza siempre más, hacia lo hondo del misterio de la fe, con un mayor aprecio y una vivencia renovada del don de Dios.