Luis de Moya SOBRE LA MARCHA



Luis de Moya, sacerdote, despertó hace algo más de veinticinco años en la habitación de un hospital. Durante el viaje de regreso a Pamplona, tras visitar a sus padres en Ciudad Real, se quedó dormido al volante de su automóvil, que acabó por atravesar la valla de la autopista y arrollar tres pequeños árboles. Según se enteró después, el golpe le había producido una interrupción medular completa a partir de la C-4. Se había quedado tetrapléjico.
" Yo no podía, no debía, buscar el mero sentirme cómodo o lo menos contrariado posible entre mis cuatro paredes, como si no pudiera hacer otra cosa, como si ya nadie esperara nada de mí. Si hubiera caído en ese planteamiento, habría condenado mi vida al lamento permanente como telón de fondo. Consentir en esa visión tan negativa de mi situación, supondría –aparte de pactar con una falsedad– autocondenarme al victimismo. Ir por el mundo con complejo de víctima, como dando pena, se me hacía poco gallardo y un tanto falso, porque veía con claridad que teniendo la cabeza sana no había razón para no utilizarla con provecho."

LEER LIBRO