El autor expone con profundidad de juicio y con firme precisión de doctrina en la que se fundamenta su célebre tratado de ascética y mística Las tres edades de la vida interior.
A través de una relación clara y ordenada expone cómo la verdad es —según reza la definición tradicional— la conformidad de nuestro juicio con el ser extramental y sus leyes inmutables de no contradicción, de identidad, de casualidad y de finalidad.
Para los modernistas, esa definición clásica de la verdad sería una pura quimera: ellos pretenden que la verdad se vaya acomodando continuamente a la vida. Así, la verdad dejaría de ser objetiva e inmutable en la misma medida en que no es inmutable el hombre, ya que con él en él y por él la verdad iría evolucionando. Por eso San Pío X pudo decir que los modernistas ”pervierten la eterna noción de la verdad".
A través de una relación clara y ordenada expone cómo la verdad es —según reza la definición tradicional— la conformidad de nuestro juicio con el ser extramental y sus leyes inmutables de no contradicción, de identidad, de casualidad y de finalidad.
Para los modernistas, esa definición clásica de la verdad sería una pura quimera: ellos pretenden que la verdad se vaya acomodando continuamente a la vida. Así, la verdad dejaría de ser objetiva e inmutable en la misma medida en que no es inmutable el hombre, ya que con él en él y por él la verdad iría evolucionando. Por eso San Pío X pudo decir que los modernistas ”pervierten la eterna noción de la verdad".
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