Llegó el momento de poner fin a esta singladura.
Solo corresponde agradecer a quienes desinteresadamente colaboraron, con materiales o con su trabajo, pero en especial y con toda lógica a las editoriales que apoyaron esta iniciativa.
Siempre surge alguien discorde, y está en todo su derecho.
No se trata ahora de dar coces contra el aguijón, el Señor sabe más.
Gracias también a Uds. amigos y visitantes.